domingo, 2 de enero de 2011

El oro brilló como nunca

Fuente: Las Provincias.es
 
El año 2010 ha estado lleno de temores. En unos momentos, a la recaída en recesión y a la posibilidad de que las economías desarrolladas entraran en una espiral deflacionista. En otros, a la crisis de la deuda soberana europea que llegó a poner en cuestión al propio euro. Pero, también, a que las medidas extraordinarias de liquidez puestas en marcha por los bancos centrales para frenar estas dinámicas pudieran desembocar en un pernicioso futuro inflacionista. Todos estos factores se lo han puesto muy difícil a las bolsas, fundamentalmente a las de los países desarrollados y, muy en particular, a las de la Europa periférica, sobre todo a la española.
El oro brilló como nunca
Las materias primas, en cambio, han salido airosas de todas estas incertidumbres. Y muy especialmente el oro, que siempre que hay miedo -sea al exceso de inflación o a la posibilidad de que la recuperación económica se aborte- se erige en refugio. De ahí que en estos últimos doce meses haya subido desde los poco más de 1.000 dólares por onza hasta los 1.400, un nivel nunca antes visto en la historia. Los temores macroeconómicos han sido los principales impulsores de la cotización del oro y, como señala Fernando Luque, de Morningstar, también han tenido su peso las dudas sobre el sistema financiero y que los bancos centrales -en plena guerra de divisas- hayan comprado masivamente oro para diversificar sus reservas.
A juicio de Óscar Germade, de Cortal Consors, al metal le ha ayudado la debilidad del dólar, dado que las materias primas se comportan de manera inversa a cómo lo hace el billete verde. «La pérdida de poder adquisitivo de las monedas, muy especialmente del dólar, y la falta de oportunidades de inversión han provocado que los inversores hayan apostado por el oro», apunta Francisco López Olle, de X-Trade Brokers. A partir de ahora, según este analista, los flujos de dinero van a ir dirigidos con más intensidad hacia el crudo, que puede superar pronto la frontera de los 100 dólares.
En general, todas las materias primas se han comportado muy bien en 2010. Porque, como apunta Luque, aunque el activo ganador ha sido el oro, conservador por excelencia, ha habido una fuerte apuesta por el riesgo, por la recuperación económica. De ahí que los mercados latinoamericanos se hayan comportado tan bien en 2010. Pero no su buque insignia, Brasil, una mera excepción, según Alejandro Varela, de Renta 4, en la bonanza general de la que ha disfrutado la región.
La Bolsa del país carioca se quedó atrás porque en 2009 ya había descontado todo lo bueno que podía ocurrir en 2010, pero no intuyó los sustos que se han producido, según explica Tomás García-Purriños, de Cortal Consors. Como señala Varela, esos problemas han tenido que ver con las dudas existentes alrededor de las elecciones y la ampliación de capital de Petrobrás.
Los mercados peruano, colombiano y chileno han brillado. En el primero, según García Purriños, las cifras de crecimiento justifican el avance y podría seguir subiendo, aunque a un ritmo más pausado. En el caso del mercado colombiano, los ratios a los que cotizan las empresas ya son bastante exigentes, mientras que en en el mercado chileno lo que le ha animado ha sido la fuerza con la que se ha recuperado tras el terremoto. México le ha sacado partido a la reactivación de EE UU, y Argentina, a las noticias sobre la devolución de la deuda, aunque en 2011 hay que tener cuidado, por el próximo proceso electoral.
En el mundo desarrollado, los países nórdicos también supieron sacarle partido al crudo, como Rusia en Europa del Este. Algunos de estos últimos mercados se han disparado en 2010, pero el comportamiento de la región ha sido muy desigual. Además, la evolución de sus divisas no ha sido una gran aliada para el inversor en euros.
En fondos, Asia
La fortaleza de las materias primas tiene mucho que ver, como recuerda López Olle, con la fortaleza del crecimiento chino. También la buena marcha de los mercados asiáticos, que se han disputado con los latinos el liderazgo en rentabilidad. China ha sido un voraz importador, tanto de materiales básicos como de productos industriales de sus vecinos.
Si en Bolsa, la batalla ha estado bastante igualada entre Asia y América, en fondos de inversión, los emergentes asiáticos han sido los ganadores indiscutibles. Los productos que apuestan por la renta variable tailandesa, malaya e indonesia han sido los más rentables del año. Pero, como precisa Fernando Luque, a este resultado ha contribuido en gran medida el comportamiento de las monedas, cuya apreciación ha sumado hasta un 20% de rentabilidad al ya positivo resultado de las propias acciones. Eso mismo les ha sucedido a los productos que invierten en Bolsa suiza, por ejemplo. O en el mercado sueco.

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